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«EL ELEFANTITO»

El viernes 6 de Noviembre fuimos a una obra teatral a la Casa Encendida llamada «El elefantito».

Era una obra para niños pequeños, pero la verdad es que estuvo entretenida, con golpes graciosos, y tanto mis compañeras como yo lo vivimos como si fuésemos un niño más.

La historia trataba de un hombre que se encargaba de lavar las medias de todas las mujeres de su familia, y para hacer más entretenida esa tarea, hacía que cada media fuese un animal de la selva. Se inventó una historia cuyo protagonista era un pequeño elefante con una trompa pequeñita, que quería averiguar qué comían los cocodrilos. Iba por la selva preguntando a los animales con los que se encontraba (jirafa, serpiente, mono…) hasta que dio con el cocodrilo, el cual, inesperadamente, le mordió la trompa al elefantito y esta creció hasta ser una trompa bien grande, como la del resto de los elefantes.

Creo que fue una representación de admirar, porque fue representada por una única persona, un hombre que desde el principio interactuaba con el público, algo que hace que los espectadores se sientan parte de la obra. Además, se veía cómo disfrutaba mientras actuaba, dando todo su potencial, siempre con una expresión agradable dentro de la actuación.

Algo que creo que es de destacar, es que era una obra que se realizó con muy pocos recursos a nivel material, pues con unas cuantas medias, una cuerda y una sábana blanca, el actor hizo del escenario un mundo paralelo, en este caso nos sumergió en la selva.  Además de usar su voz como recurso musical, siendo él el que hacía los sonidos y de vez en cuando cantaba una canción.

Como conclusión, creo que para conseguir lo que quieres, no hace falta mucho dinero ni recursos materiales, sino ganas, esfuerzo e imaginación. Espero que este tipo de representaciones tengan su auge algún día, porque creo que son admirables y necesarias, pues este tipo de actividades enriquecen muchísimo tanto a los niños como a los jóvenes y adultos.

Y hoy en día el mundo necesita risas, y esa tarde, ese gran actor con su gran representación, repartió risas para todos los espectadores.

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ELBA LLOREDA

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EL VALIENTE SOLDADITO DE PLOMO (Christian Andersen)

“El valiente soldadito de plomo” fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 1838, se trata de un libro escrito por Hans Christian Andersen, nació en Dinamarca en 1805 y falleció a los setenta años de edad en Copenhague. Este escritor se dedicó a elaborar diversos libros de poemas, novelas y piezas para el teatro, pero en cambio, su celebridad se debe a los cuentos de hadas que publicó entre 1835 y 1872, entre los que se pueden destacar: “El patito feo”, “La reina de las nieves”, “La sirenita”, los cuales han sido adaptados por Disney, o el cuento de “El valiente soldadito de plomo” que analizaré a continuación. Gracias a su inventiva y a la equilibrada sencillez de su estilo y su técnica narrativa, Andersen se convirtió en uno de los primeros clásicos de la literatura infantil, hasta el punto de que muchas de sus obras son tan conocidas y divulgadas que piensan que son cuentos tradicionales anónimos.

El libro está compuesto por treinta y dos páginas, con unas dimensiones de quince por doce centímetros aproximadamente, el año de edición fue en 2004, y en cuanto a la encuadernación, la tapa es dura y esto les permite, tanto a los niños como a los adultos un buen manejo del mismo. Es un cuento de la editorial “Anaya” y, aunque el texto original está escrito en danés, posteriormente se redactó en castellano y en otros idiomas. La portada y la contraportada es sencilla y fácil de entender para todos aquellos que cojan el libro por primera vez, en ella aparece el título del cuento, una ilustración del protagonista y el nombre del autor e ilustrador, y en la contraportada un breve resumen de lo que tratará el libro: “El valiente soldadito de plomo no es como los demás: solo tiene una pierna. A pesar de ello, es capaz de hacer frente a los peligros y obstáculos que le intentan alejar de su hogar y de la bailarina que ha conquistado su corazón”. Está dirigido a niños y niñas de 5 a 8 años de edad.

El cuento narra como a un niño el día de su cumpleaños le regalan unos soldaditos de plomo en una caja. Uno de ellos tiene únicamente una pierna, puesto que no hubo suficiente metal para terminarlo y este será “el soldadito de plomo”. En la mesa donde el niño posó a todos estos soldados, había muchos más juguetes, entre ellos, una hermosísima bailarina hecha de papel, de la cual el soldadito de plomo se enamoraría. Pero, este soldadito tuvo mala suerte, pues un duende negro apareció de una caja de sorpresas y le prohibió mirar a la bailarina, el soldadito le ignoró y el duende le amenazó con vengarse. Finalmente, el soldadito se precipitó de cabeza desde el tercer piso y acabó entre dos adoquines de la calle. Esa noche empezó a llover, cada vez más y más fuerte, dos niños lo encontraron y le construyeron un barco de papel con un periódico, le colocaron en el medio y fue por el agua cuneta abajo hasta que fue tragado por una alcantarilla y más tarde por un pez. Ese pescado fue capturado y asombrosamente ¡llegó a la misma casa de la que había salido! La sirvienta lo abrió con un cuchillo, lo cogió y lo situó junto con los demás juguetes, en el mismo sitio donde había estado antes. El soldadito se alegró por ver de nuevo a la bailarina, pero inexplicablemente, el niño lo arrojó por el fuego de la chimenea, y, al mismo tiempo la corriente de aire se apoderó de la bailarina y también cayó en la chimenea. Ambos, se convirtieron en cenizas y cuando al día siguiente la sirvienta limpió la chimenea, descubrió que el soldadito se había convertido en una figura en forma de corazón.

Como bien he comentado antes, no es un cuento procedente de la tradición oral sino que sigue un argumento original del autor. Realmente el cuento consigue captar nuestra atención, pues nos hace ver como la falta de una pierna al soldadito de plomo le hace peculiar y por ello, es rechazado y marginado por el niño, quién finalmente decide tirarlo por la chimenea. Pero a pesar de esto, el soldadito se enamora de una hermosa bailarina, por la que, por culpa del duende negro, sufre mucho y termina con un trágico y a la vez, romántico final, en el que el amor verdadero les unió para siempre.

Por otro lado, el narrador es omnisciente, su conocimiento de los hechos es total y absoluto, pues sabe lo que piensan y siente los personajes: sus sentimientos, sensaciones, intenciones planes…y la narración es narrada en pasado durante todo el cuento: al inicio, durante el nudo y en el desenlace.

En cuanto a la estructura narrativa, el cuento sigue un esquema sencillo de planteamiento, nudo y desenlace. El planteamiento se corresponde con el inicio, en el que nos explican quién es el protagonista, como es, donde vive y de quien se enamora. El nudo corresponde con las desaventuras que tiene que vivir el soldadito de plomo, como dije anteriormente, por culpa del duende negro. Y finalmente, el desenlace en el que cuenta como acaba y como se soluciona el problema.

En cuanto a los personajes, los principales son el soldadito de plomo, la bailarina, el duende negro y el niño, y como secundarios estarían la sirvienta, los niños de la calle, la rata, el pez y la cocinera. El antagonista, en este caso sería el duende negro, pues aunque los personajes en los cuentos tradicionales suelen ser planos, el duende se muestra celoso y no permite que el soldadito y la bailarina fueran felices, lo que hace que se desencadenen las desgracias a las que el soldadito de plomo tuvo que hacer frente.

El espacio se describe claramente a través del texto, pues las ilustraciones de Javier Sáez Castán realzan la profundidad y el drama del relato, y captan perfectamente los ambientes y sensaciones que describe el autor, pero los colores de las imágenes son muy oscuros y fríos, por lo que puedo concluir que no se le da tanta importancia como al texto.

El cuento se sitúa en un tiempo pasado y desde mi punto de vista se trata de una ficción inverosímil, pues no tiene apariencia con la realidad puesto que los juguetes en la vida real no dialogan entres ellos o no se enamoran uno del otro, por ejemplo. Asimismo, el autor ha utilizado un lenguaje muy sencillo, al alcance tanto de los niños como de los adultos.

Sin duda, el soldadito de plomo es uno de los cuentos que siempre me ha gustado, pues, aborda temas y valores educativos que son interesantes a la hora de tratarlos con los niños y con el cual podemos trabajar un sinfín de actividades para concienciar a los sobre la fuerza de voluntad, el tesón o la valentía, también sería un cuento de hadas válido para aquellos niños o niñas que tienen algún obstáculo que superar, ya que el soldadito de plomo nos muestra que hay que seguir adelante pase lo que pase, dicha lucha y valentía se ve reflejada a lo largo de todo el cuento, todo ello ligado al amor, un valor que también debemos potenciar en los más pequeños, pues como ocurrió en esta historia cuando el amor es verdadero, nada puede acabar con él.

Por todo el contenido y los temas expuestos anteriormente, pienso que es un cuento adecuado para trabajarlo en el aula con niños de cinco a ocho años. Además, para los adultos creo que también es un cuento apto, ya que muchos de estos temas que tratamos con los más pequeños, en muchos casos, los adultos tampoco saben gestionarlos.

Por último, añadir que este cuento de Andersen no obtuvo ningún galardón, pero sí que recibió en vida muchos honores. En 1866 el rey de Dinamarca le concedió el título honorífico de Consejero de Estado y en 1867 fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal. En su honor, desde 1956 se concede, cada dos años, el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y, desde 1966, también de ilustración.

9788466744331

BIBLIOGRAFÍA

Hans Christian Andersen. Recuperado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/andersen.htm

Hans Christian Andersen. (s.f.). En Wikipedia. Recuperado el 17 de noviembre de 2015 de: https://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Christian_Andersen

El soldadito de plomo. (s.f.). En Wikipedia. Recuperado el 17 de noviembre de 2015 de: https://es.wikipedia.org/wiki/El_soldadito_de_plomo

MARÍA SANJUÁN

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ASÍ SOY YO

Como casi todos los días aquí estoy, en el armario, entre una de las treinta camisas que me rodean, eso sí, con un color no tan blanco como al principio, yo soy la de la manga, y por suerte o por desgracia siempre me han tenido de un lado para otro, aunque ahora mi vida es más tranquila.

Está bien, empezaré por el principio, si pensáis que soy uno de los botones de la manga de la camisa, estáis de suerte ¡habéis acertado! Me llamo botona y hoy os voy a contar mi historia: ¿sabéis de ese tipo de cajas que hay en todas las casas llenas de botones de todos los tamaños, de todas las formas y de todos los colores?, pues durante varios años he pertenecido a una de esas, y, la verdad, es que tuve mucha suerte, tenía y tengo muchísimos amigos, me considero una botoncita feliz, amable, razonable y responsable, con mucha confianza en mí misma, y con un poco de carácter, el cual me ha hecho tener que enfrentarme a algún que otro botoncito que anda correteando por aquí, pero sobretodo me considero alocada pues constantemente quiero ir de fiesta a la “botonera”, el único sitio de fiesta dentro de la caja donde vivimos. Pero… un día, mi vida y con ella mis sentimientos cambiaron:

  • ¡Eyyyy botones y botonas! Han abierto la caja, a ver quién es el afortunado que sale hoy de aquí.

Porque no os lo he contado, pero todos deseábamos salir, pues aunque éramos muy amigos, la rutina nos aburría, queríamos algo más, algo que nos hiciera aún más felices y que hiciera que nuestra vida fuera más molona:

  • ¿Qué botón blanco de entre todos estos es el que le pega más a mi camisa? Le preguntó la madre a su hija.

La hija, que tenía pocos años de edad, metió su manita pequeña, pero a la vez gigante para los botones, en la caja y empezó a rebuscar cual sería el botón ideal para la camisa de su mama:

  • ¡Estee, este! Dijo la niña, cuando encontró un botón similar al que se había caído de la camisa.

Y sí, ese botón era yo, por fin vi la luz, por fin lugares nuevos. Desde la camisa que me cosieron se podía ver absolutamente todo, en la casa de esas mujeres, todo era enorme, ¡hasta un palillo me parecía grande!…aunque claro en comparación con mi tamaño, todo es grande.

La verdad es que al principio, echaba de menos mi otra vida, en aquella que me sentía bien pero a la vez deseosa de salir de ella, por eso, esta oportunidad que me dio la vida la aproveche al máximo. Como ya os dije, yo soy una botona muy fiestera, me dedicaba todos los días a hablar con la filita de botones que había en la camisa, pero eso no era lo más divertido, cuando la mujer se ponía la camisa, ¡yo salía a la calle!, y eso sí que era vida, me relacionaba con unos y con otros, tomaba café cuando a la mama se le caía en la camisa, daba vueltas sin parar hasta que me pusiera blanca y saliera brillo del botón…un sinfín de cosas que hicieron que todos aquellos sentimientos de los cuales os hable antes mejoraran para bien y, hoy os puedo decir, que ya he salido de la rutina, me siento mucho mejor conmigo misma, y aunque eche de menos aquella caja llena de botones y de grandes amigos, los cuales voy a visitar de vez en cuando se cae algún botoncito de la filita, mi vida no la cambiaría por nada del mundo, porque aunque me dejen dos o tres días en el armario, ser un botón mola y encima si eres feliz mola mucho más. Por eso, espero que nunca me descosa de la camisa y si eso pasa, recogerme y coserme en otra camisa, no me metáis en una caja, porque recordad que la vida fuera de ella es muchísimo más guay.

Aquí os presento a la caja en la que viví, y a la de la derecha que soy yo:

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MARÍA SANJUÁN

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CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL DE «PULGARCITO»

Si tuviera que describir de alguna manera esta versión de «Pulgarcito» diría que es sin duda una obra peculiar, atrayente para el espectador y muy original.

Como bien sabemos todos, Pulgarcito pertenece a la colección de cuentos de antaño de Charles Parrault, en dicha colección encontramos obras como «la bella durmiente» o «caperucita roja». Todas ellas fueron editadas en París en 1697 y tuvieron un gran éxito y una buena acogida por parte tanto de niños como de adultos. Aunque Perrault no las firmó, hoy sabemos que es su autor original, y se han ido haciendo numerosas reediciones y alteraciones a lo largo de la historia.

El director de la versión de Pulgarcito a la que tuvimos el placer de asistir el otro día, es Iñaki Rikarte. La verdad que fue impactante el ingenio y la originalidad con que este director aborda el cuento tradicional de Pulgarcito. Nada más empezar la obra ya te das cuenta de que tiene una perspectiva diferente. El cuento de Pulgarcito no se introduce directamente, y bajo mi punto de vista es lo más atractivo, es impresionante la facilidad con la que se entrelazan y relacionan dos historias en un mismo escenario.

Había únicamente dos intérpretes: Tomás Fernández y Ramón Monje, ambos interpretaron a la perfección sus múltiples papeles, tarea nada fácil puesto que en muchos casos no tenían nada que ver. Por un lado, Ramón Monje interpretó el papel de padre enfermo, se puede deducir que padecía Alzhéimer, y a su vez era el introductor de la obra de Pulgarcito, y dentro de ella interpretaba al propio Pulgarcito y al ogro. Por otro lado, Tomás Fernández hacía de hijo de Ramón, muchas veces más que hijo parecía su cuidador, y además, inmerso en la historia introducida por su padre, representaba el papel de mujer del ogro. Algo muy curioso y que me llamó mucho la atención es que las hijas del ogro estaban representadas por calcetines, y podríamos considerarlas como una especie de marionetas muy sencillas, pero originales a la vez.

El dispositivo escénico era frontal, y estaba previsto para representarlo ante un número considerable de espectadores, pues era bastante amplio y estaba prácticamente lleno. La escenografía, era peculiar, estaba formada fundamentalmente por una habitación, que suponemos que era la habitación del padre, y en ella había las cosas típicas de un cuarto: una cama, un armario, una mesita de noche, una silla y una maleta, que quizás era el elemento más significativo. El escenario imaginario que podíamos deducir era el resto de la casa, sobre todo la cocina, pues nada más empezar la obra observamos como el hijo habla por teléfono mientras su padre está comiendo solo en la cocina y tira algún plato o algún elemento de la vajilla. Aquí ya empezamos a intuir, por la desesperación del hijo, la enfermedad de su padre.  A parte del resto de la casa, el escenario queda abierto a la imaginación, y en cuanto el padre comienza a relatar y a representar la historia de Pulgarcito como si de él mismo se tratara, el espectador empieza a imaginar el bosque, las migas de pan que tira Pulgarcito, la casa del ogro, etc.

Diría que es una escenografía realista y esquemática pero fuertemente enriquecedora y muy bien planteada. Pues como ya he señalado, el escenario no cambia, ambas historias se representan en la habitación, que sirve tanto para la habitación del padre, como para el bosque y la casa del ogro. A mi parecer si hay una significación simbólica, para empezar la maleta me resulta un elemento curioso. El hijo está planeando llevar a su padre a una residencia al día siguiente, por lo que la maleta tiene su sentido ya que se va a ir de casa, pero lo más curioso es que después, la maleta sirve para representar la cama donde duermen plácidamente las hijas del ogro.  El armario también es bastante simbólico, en la historia del padre y el hijo es un armario sin más, pero en la historia de pulgarcito, en un momento dado se convierte en la casa del ogro.

En cuanto a la construcción dramática debemos empezar haciendo referencia al argumento de la obra, que se centra en dos historias paralelas pero estrechamente relacionadas.

Nada más empezar, nos encontramos con la historia de un hijo que está cuidando de su padre enfermo. El hijo no puede más con la situación, así que toma la determinación de llevarlo a una residencia. El padre, que sabe lo que planea su hijo comienza a revivir y relatar la historia de Pulgarcito, un niño tan pequeño como el tamaño de un dedo meñique. Era el menor de los siete hijos de un leñador y una leñadora muy pobres, tanto que se vieron obligados a abandonar a sus hijos en el bosque. Pulgarcito, que había oído el plan de sus padres, fue dejando caer piedras por el camino y así, él y sus hermanos, pudieron volver a su casa, justamente cuando había mejorado la economía de sus padres. Esto duró poco y los padres de Pulgarcito se vieron obligados a abandonar una vez más a sus hijos. Esta vez Pulgarcito fue arrojando migas de pan en lugar de piedras pero los pájaros se las comieron y no fue capaz de encontrar el camino, así que empezaron a dar vueltas por el bosque hasta llegar a una casa que resultó ser la de un ogro, aficionado a comer niños, que vivía con su mujer y sus siete hijas. El ogro, al descubrir a los niños, quiso comérselos, pero la mujer le convenció para alojarlos y  guardarlos para una ocasión mejor. A media noche, el hambre le despertó y decidió que era la hora de comerse a los pequeños, pero Pulgarcito fue más listo y cambio las coronas que tenían sus hijas por los gorros que llevaban sus hermanos y él.  El ogro entró a la habitación a oscuras, y cuando tocó los gorros, sin pensárselos dos veces, se comió a sus propias hijas, mientras que Pulgarcito y sus hermanos huían. Al descubrir lo ocurrido el ogro persiguió a los niños calzando sus botas de siete leguas. El ogro buscó largo rato y acabó dormido sin saber que Pulgarcito lo vigilaba. Tras mandar a sus hermanos a casa, Pulgarcito, robando las botas de siete leguas, volvió a la casa del ogro y le contó a su mujer que su marido había sido secuestrado, y que debía darle en ese momento sus bienes más preciados para poder rescatarlo. La mujer accedió y gracias a ello Pulgarcito y su familia pudieron vivir felices. En el final, vemos una pequeña variante, pues en el cuento original Pulgarcito le roba las botas para llegar hasta el palacio del rey y ser su mensajero, lo que le permitió enriquecerse y mejorar la economía de su familia. Cuando el padre finaliza la historia de Pulgarcito, al fin su hijo logra ponerle el pijama y consigue que se quede dormido como un tronco.

El espectáculo duró sesenta minutos aproximadamente. El cuento de Pulgarcito como ya he señalado procede de la tradición oral, sin embargo la historia del padre y el hijo y lo ingenioso de relacionarla con la historia de Pulgarcito es un argumento propio del autor.

El tema principal de la obra es el abandono, tanto la historia de Pulgarcito como en la historia del padre y el hijo te hacen reflexionar sobre el abandono de un ser querido y de si es la decisión correcta. En el caso de Pulgarcito se abordan otros temas como la astucia ante las situaciones difíciles y el enfrentamiento a los problemas de una manera inteligente. Quizás lo que más me llama la atención de los temas, es que en ningún momento se refleja el rencor, sino todo lo contrario, Pulgarcito hace todo lo posible por regresar a casa y salvar a su familia a pesar del abandono.

La obra en sí tiene un final abierto, el padre consigue hacer que el hijo reflexione acerca de su relación con él pero no sabemos si finalmente le lleva a la residencia o no. En el caso de Pulgarcito el final es claramente feliz porque el ogro tiene su escarmiento y Pulgarcito consigue que su familia nunca más vuelva a pasar hambre.

Diría que la obra es intemporal, pues aunque sabemos claramente que la historia de padre e hijo es contemporánea y que la de Pulgarcito pertenece a un pasado histórico, la acción dramática en su conjunto no tiene una temporalización definida.

En la trama hay numerosos flashback, pues en el desarrollo lineal de la historia de la acción se intercalan secuencias referidas a un tiempo pasado. El cuento de Pulgarcito sería un flashback representado por el padre y el hijo.

El espacio es muy versátil, la acción de la historia de padre e hijo imaginamos que transcurre en un ambiente urbano y cerrado, pero sin embargo la historia de Pulgarcito debemos imaginar que transcurre tanto en un espacio abierto como cerrado y en un ambiente rural.

En cuanto a los personajes, diría que se tratan claramente de personajes redondos y dinámicos. Pues como ya he mencionado anteriormente los personajes interpretan varios papeles a la vez y en ellos hay cierta evolución. Bajo mi punto de vista el padre es el mayor protagonista, pues en ambas historias representa el personaje central. Lo más llamativo es que cuando están representado Pulgarcito, el padre hace de protagonista y antagonista a la vez, pues hace de Pulgarcito y de ogro.

Para finalizar con la construcción dramática diré que por un lado se trata de una obra realista, pero también inverosímil. Claramente la historia del padre enfermo y el hijo es desgraciadamente una situación que se da en la vida cotidiana de muchas personas, sin embargo la obra de Pulgarcito está llena de elementos fantásticos (ogros, su minúsculo tamaño…) y suceden cosas maravillosas, pues al final consigue que su familia salga de la pobreza.

Dejando un poco de lado la escenografía y la trama, me gustaría hablar brevemente de la iluminación, un elemento que aunque parezca obvio es muy relevante para complementar y clarificar la acción. Personalmente creo que la iluminación era oscura en la mayor parte de la obra, sin embargo, cuando se representaban escenas más impactantes, como por ejemplo cuando el ogro se come a sus propias hijas, la iluminación se volvía más lúgubre y sombría, lo que le daba un toque de terror. Asimismo, el espacio sonoro y la música configuraban dos aspectos fundamentales, la música acompañaba perfectamente a algunos diálogos y te dejaba espacio para pensar y reflexionar sobre lo que acaba de suceder.

Opino que es un espectáculo perfectamente apto para realizar campañas escolares, es más, nosotras tuvimos la oportunidad de ver como los niños disfrutaban e interiorizaban con la obra y todos los valores que esta transmitía.

Por último añadiré que no creo que sea una buena obra para el público de cero seis años. Quizás algunos niños de seis años sí que podrían captar la esencia y los flashback de la obra, pero creo que es más adecuada para un público de siete años en adelante, y por supuesto sí creo que es muy enriquecedor llevar a los alumnos a este tipo de espectáculos, no solo por los valores que la obra transmite, sino también por la oportunidad que nos brinda de generar y fomentar un aprendizaje más lúdico y participativo, pues luego en el aula se pueden realizar múltiples actividades.

pulgarcito

BIBLIOGRAFÍA

Centro cultural Paco Rabal. Recuperado el 13 de noviembre de 2015 de: http://www.madrid.org/agenda-cultural/cc-paco-rabal/teatro-musica-y-danza/2196-pulgarcito

MARTA QUIJADA

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UN MUNDO LLENO DE PERSONALIDAD

Os preguntareis el porqué del título escogido para mi cuento, pues bien, ni si quiera yo lo tengo muy claro, soy algo indeciso y un poco caos para algunas cosas. Supongo que el titulo viene ni más ni menos porque no entiendo que un objeto como yo no pueda tener personalidad. Por si aún no os lo había dicho soy un boli y me he estado cuestionando porque a veces la gente me descuajeringa en piezas, me tira a la basura o me rompe la tapita que tanto me protege, cuando me quitan algo valioso me seco, con esfuerzo puede ser que vuelva a funcionar como antes, pero a veces me cuesta, ni que yo les rompiera a los humanos sus sombreros o paraguas, ¡Veréis que gracia les iba a hacer!

Me considero amigo de mis amigos, tengo más afinidad con ciertos bolis, el pilot de tinta rojo es mi mayor aliado, nos compenetramos bien. Sin embargo creo que podría llevarme bien con muchos de ellos, pues aunque a veces me puedan molestar ciertas cosas, a los cinco minutos ya se me ha pasado. Eso sí, puedo llegar a ser un poco rencoroso si algo me ha afectado mucho. Me gusta mucho pasármelo bien y molestar por supuesto, pero en el buen sentido, cuando alguien me coge y se dedica a pintarrajear caritas sonrientes en las manos y la espalda de algún compañero, me lo pasó pipa. Me gusta ir siempre en el estuche acompañado de otros bolis, soy un cotilla y solo me aburro tremendamente, aunque no vaya hablando o no vaya haciendo nada, simplemente la compañía me reconforta. A veces me viene bien estar un ratito solo pero tampoco mucho. A pesar de que soy un boli y una de mis mayores funciones es expresar ideas, en numerosas ocasiones me cuesta abrirme y hablar de mis sentimientos más profundos. Pero bueno basta ya de hablar de mí, que a veces me enrollo como las persianas. Ahora os quiero contar lo que me pasó el otro día:

El martes, iba yo tan tranquilo, hablando con subrayador amarillo, estaba cabreado porque pilot super grip 0.5, o más conocido como portaminas, se había estado metiendo con él, le estaba llamando Stabilo boss, cuando sabe perfectamente que le molesta y le estaba diciendo que tenía la punta más gorda de lo habitual. ¡Menudo rebote llevaba subrayador! y normal, portaminas se cree muy listo solamente por tener la punta muy fina y porque se puede borrar.

En vista de lo que estaba pasando y de que el acoso a subrayador era constante, decidí reunirme con mi hermano bic negro, ninguno de los dos soportamos las injusticias, asique estuvimos buscando maneras para solucionar el problema. Paso el recreo, y entramos todos a clase. Subrayador estaba depresivo asique se había ido al final de la clase, bic negro y yo nos pusimos al lado de portaminas. Antes de que su dueño, Jorge, introdujera la mina en su interior, nosotros habíamos manipulado el bote de minas, las habíamos hecho más cortas de lo normal. La clase comenzó, y al fin Jorge le puso la mina a su portaminas. La mina no paraba de romperse y se gastó en un santiamén, portaminas estaba avergonzado ya que siempre le gusta quedar por encima. Bic y yo acabamos confesándole lo que habíamos hecho y le dijimos que es verdad que tenía la punta muy fina y que se podía borrar, pero que también tenía sus fallos como los podíamos tener nosotros o subrayador. Quizás no era la mejor manera de solucionar el problema o quizás no haya servido para nada y portaminas sigue con la misma actitud, pero decidí que había que intentarlo aunque saliera mal. Se podría haber hecho de mil maneras mejor pero por intentarlo que no quede.

Si os dais cuenta siempre me gusta estar rodeado de gente, incluso para tomar la iniciativa en algunas cosas, como por ejemplo en darle un escarmiento a portaminas, me gusta consultarlo con los demás y sentirme seguro de ello. Supongo que en muchas ocasiones debería tomar las decisiones sin ayuda de nadie, pero es algo que debo trabajar.  Creo que ya os he contado bastante de mí, solo recordaros, queridos humanos que me estéis leyendo, que un boli es más importante de lo que os creéis, sin él no podríais expresaros ni podríais rascaros la espalda, ni podrías molestar a los compañeros… asique la próxima vez que uno pierda tinta o que se os quede en el camino intentad recuperarlo…. Y recodad que quien tiene un boli tiene un tesoro oculto….

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MARTA QUIJADA

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PEQUEÑO AZUL Y PEQUEÑO AMARILLO

Pequeño azul y pequeño amarillo es una obra de Leo Lionni. El autor nació en Ámsterdam en 1910 fue un relevante diseñador gráfico, pintor e ilustrador y creador de libros infantiles. Desde finales de los años cincuenta publicó varios libros infantiles, en general de técnica sencilla, como la mancha de color o el collage de aspecto relativamente simple.

Es un libro de la editorial Kalandraka, consta de cuarenta y ocho páginas de unas dimensiones de veintidós por veintidós centímetros con encuadernación de tapa dura. El libro originalmente está escrito en inglés pero se ha traducido a varios idiomas como el español, portugués y catalán entre otros. La portada es muy sencilla,  aparece el nombre del libro, el del autor y los círculos de los colores azul y amarillo, los personajes de este libro.

Esta historia es un argumento original del autor. El cuento trata sobre dos amigos “pequeño azul” y “pequeños amarillo” que van juntos a la escuela con más amigos, pero  un día “pequeño azul “va a buscar a “pequeño amarillo”  y no  le encuentra, cuando por fon le ve le da una abrazo tan fuerte que ambos colores se mezclan y forma el verde. Cuando van a casa nadie les reconoce, por ello más tarde comienzan a llorar y así vuelven a sus colores originales. Más tarde cuando vuelven a ir a casa ya si les reconocen. Las familias están tan contentas que se abrazan entre ellos y también se vuelven verdes.

El tema principal de esta historia es la amistad, algo muy importante en las relaciones humanas y en especial en educación infantil ya que a estas edades comienzan a crear sus primeras amistades fuera del círculo familiar.pequenoazulypequenoamarillo

Otro tema que se trata es el de la identidad individual y colectiva, ya que desde que nacemos vamos creando nuestra propia identidad, y a medida que se va creciendo esa identidad se va cambiando a través de las diferentes experiencias vividas.  Y estos cambios a veces pueden dar lugar cierto  un rechazo. Por lo tanto creo que este es un tema adecuado para tratar en clase.

En cuanto  a la estructura narrativa, el cuento sigue un esquema de planteamiento-nudo-desenlace. El planteamiento donde se introducen los personajes hasta que se abrazan y se fusionan creando el verde, el nudo cuando van a sus familias y nadie les reconoce y el desenlace cuando después de llorar vuelven a casa donde ya les reconocen todos se abrazan y los padres también se fusionan en verde.

La narración de la historia es objetiva, contada en tercera persona relatando los hechos según van sucediendo, aunque en narrador no está presente en la historia.

Sobre los personajes cabe decir que son introducidos por el narrador y a través de las imágenes, los protagonistas de la historia son “pequeño azul” y “pequeño amarillo”, aunque también aparecen en la historia sus familias y algunos de sus amigos.

Por otro lado, las ilustraciones están realizadas a través de trozos de papel cortados de manera irregular para representar a todos los personajes.

Por ultimo este libro es apto para el trabajo en el aula, con niños de educación infantil, ya que son temas cercanos a ellos. Primero leyendo el libro todos juntos en clase y después trabajarlo con temperas y acuarelas para recrear la historia y que ellos jueguen con los colores mezclándolos y viendo cómo se forman colores.

BIBLIOGRAFÍA

http://www.kalandraka.com/es/colecciones/nombre-coleccion/detalle-libro/ver/pequeno-azul-y-pequeno-amarillo/

https://es.wikipedia.org/wiki/Leo_Lionni

MARÍA ASTOLFI

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CAMINO AL SAMAÍN

La obra que escogimos para nuestra exposición, fue una representación con títeres basada en el cuento: “Camino al Samaín”, sus autores son Carlos y Sabela Labraña, pertenece a la editorial Everest y esta ilustrada por Fernando L. Juárez.

La trama gira entorno a la noche de Samaín, esta noche tiene su origen en los antiguos pueblos celtas. Llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar “el final de la cosecha”, bautizada con la palabra gaélica de Samaín que significa, etimológicamente, “el final del verano”. Los celtas creían que en esta noche de Samaín, actualmente denominada noche de Halloween, los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales. Encendían grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Era la fiesta nocturna de bienvenida al Año Nuevo.

En cuanto al argumento, la obra sigue un desarrollo sencillo de planteamiento, nudo y desenlace. En la primera escena aparecen tres niños emocionados con la fiesta de Samaín y buscando desesperadamente tres calabazas para decorar y tener todo a punto para la celebración. Dos de ellos encuentran unas preciosas calabazas, sin embargo, el ultimo niño menosprecia a la tercera calabaza, dice que esta torcida y flacucha y decide dejarla e irse sin nada. La calabaza bastante apenada por los comentarios del niño, le comenta a sus amigas, las mazorcas, que le encantaría ir a la fiesta de Samaín. Las mazorcas la animan y todas juntas emprenden camino a la fiesta. De camino, se topan con unas hojas y estas las guía hacia el viento y el viento les indica que el castaño es quien sabrá informales acerca de cómo llegar a la fiesta. Ya llegando al castaño, mazorca, hojas y calabaza se encuentran con dos tiernas castañas que les dicen que castaño seguramente sepa darles la dirección, pero que está durmiendo. Castaño despierta malhumorado pero les da todas las indicaciones para llegar, las dos castañas se unen al grupo, y todos juntos emprenden rumbo hacia la fiesta. Entre tanto, salen a escena un abuelo con su nieta, esta última está un poco apenada ya que no ha podido conseguir ninguna calabaza para decorar y llevar al Samaín. Casualmente, el abuelo encuentra a calabaza y aunque la nieta dice que está un poco torcida, el abuelo afirma que con un poco de imaginación podrá hacer grandes cosas con ella. A todo esto, mazorcas, hojas y castañas se encuentran muy tristes por la pérdida de calabaza, por suerte, la encuentran y la ven totalmente cambiada. Ya en la última escena vuelven a aparecer los niños del inicio de la historia, dos de ellos con sus calabazas ya decoradas y perfectas. De repente, encuentran una calabaza espelúznate, el niño que no tiene calabaza se lamenta por no tener una así y cae en la cuenta de que es la calabaza de la cual antes había renegado. Calabaza les da un escarmiento a los niños y empieza a asustarlos llamándoles retorcidos, ninguno se puede creer que las palabras salgan de la calabaza y huyen totalmente despavoridos.

Aquí os dejamos la representación de títeres que hicimos en clase basada en este cuento, así como unas pequeñas fotos sobre los títeres y el «teatrillo» que nosotros mismos elaboramos.

¡Esperamos que os guste!


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EL HADA QUE NO PODÍA SER HADA (cuento de hadas)

Había una vez, una hechicera llamada Eugenia, toda la gente del pueblo afirmaba que tenía grandes dones, podía convertir cualquier cosa a su antojo e incluso podía predecir las desgracias que a uno le iban a pasar. La gente del pueblo se aglutinaba en la puerta de su casa con tal de recibir un poco de su ayuda, pero Eugenia, que era más lista que todos ellos, siempre les pedía a cambio algún favor. Estos, tenían que estar dispuestos a cumplirlo fuera lo que fuese. Nadie se atrevía a negarse, pues entonces echaban a perder todas las predicciones y las ayudas que esta les había proporcionado. Eugenia, tenía una hermana pequeña llamada Gabriela, que más que hermana, parecía su lazarillo, pues siempre andaba de aquí para allá, cumpliendo las órdenes que su hermana mayor le mandaba.

Un buen día, fue un matrimonio del pueblo a visitar a Eugenia.

  • Buenos días Eugenia – dijeron al unísono los dos.
  • ¿Qué os trae por aquí parejita? – preguntó Eugenia.
  • Pues tenemos un gran problema, necesitamos urgentemente unas monedillas de oro para poder costear el tratamiento de nuestro hijito enfermo – contestó el matrimonio.
  • Mmmm, cuanto lo siento chicos, pero en este instante no puedo ayudaros, tendréis que volver más tarde. Y recordad que el hechizo del dinero suele ser el más trabajoso, tendréis que realizar arduas tareas para compensarme  – afirmó entre risitas Eugenia.
  • Lo que sea Eugenia, ¡Qué inmenso corazón tienes! – dijo entre sollozos la mujer.
  • ¡Anda, marchaos! En un rato os recibo.

Pasaron horas y horas… y por fin llego a casa Gabriela.

  • ¿Se puede saber dónde andabas? – preguntó furiosa Eugenia.
  • Pues estaba haciendo todas las tareas que me mandaste esta mañana, he tenido que ir al pozo más lejano a por el agua. – contestó exhausta Gabriela.
  • ¡Paparruchas! Estoy harta de tus excusas, han venido veinte personas en tu ausencia, ¡sabes que son clientes que perdemos! parece que lo haces a posta mocosa.
  • ¡Son clientes que pierdes tú vieja aburrida! No te cansas de aprovecharte de mis poderes y de esas pobres gentes que están dispuestas a hacer cualquier cosa para que les ayude, si no fuera por mí, no serias nada – dijo rabiosa Gabriela.
  • ¡Cállate! Tu que sabrás de esto enana, que pena que los poderes de la familia no quedaran en mis manos, si por ti fuera irías derrochándolos por ahí sin ton ni son.
  • ¡Pues sería mejor que cobrar por ellos, que es lo que haces tú! – dijo Gabriela enfadada.

Gabriela abandono la sala muy furiosa, tanto que, comenzó a idear un plan malvado para hacerle saber a la gente la timadora que tenía por hermana y para que supieran que la que realmente tenía los poderes era ella.

Llegó la noche, la casa de las hermanas estaba abarrotada, toda la gente estaba esperando para ver a Eugenia. Iban pasando poco a poco a la habitación. Gabriela no se iba a quedar quieta como todas las demás veces, esta vez estaba decidida a dejar en ridículo a su avariciosa hermana.

  • Que pasen los siguientes – dijo Eugenia.
  • Buenas noches, querida Eugenia – dijeron dos muchachos.
  • Buenas noches chicos, ¿en qué os puedo ayudar?.
  • Nos gustaría que convirtieras esta manzana en un hermoso carro de caballos, para poder ir a visitar al otro pueblo a nuestra madre enferma  – dijeron esperanzados los chicos.
  • Sus deseos son órdenes para mí. ¡Qué esta manzana pequeña y pocha se convierta en un hermoso y preciosos carro! – dijo Eugenia agitando su varita.

(De repente la manzana pocha se convirtió en una pequeña rana saltarina)

  • Debe haber habido algún error, volveremos a intentarlo – dijo confusa Eugenia-  ¡Qué esta rana saltarina se convierta en un carro bien grande y resistente! y volvió a agitar su varita.

(¡Cataplún!, la rana era ahora una pequeña ratita)

  • ¡Madre de dios! – exclamó desesperada Eugenia.
  • Yo os ayudare chicos, se ve que mi pobre hermana está perdiendo facultades – dijo sonriente Gabriela.
  • ¡Qué esta ratita presumida se convierta en un bonito carro, y que estas dos peras de mi lado se conviertan en dos grandes caballos! – dijo dulcemente Gabriela.
  • ¡Oh dios mío! es impresionante Gabriela, no sabíamos que tú también tenías poderes mágicos! ¿Qué te debemos? – preguntaron los muchachos.
  • En realidad soy la única que tiene poderes aquí, mi hermana es una farsante y cobraba por mi magia. No me debéis nada, tan solo quiero que disfrutéis de vuestros deseos, siendo feliz con ellos yo también lo seré. – dijo Gabriela emocionada.
  • Estaremos eternamente agradecidos Gabriela. Y tu Eugenia, maldita aprovechada, pagaras haciendo todos los trabajos que nos mandaste por cada uno de “tus favores”, ¡se lo haremos saber a todo el pueblo! – gritaron los muchachos.
  • ¡Me da igual lo que penséis de mí! Sea como sea encontrare una forma de ganar! – contestó altivamente Eugenia.
  • No os preocupéis chicos, cada uno tiene lo que se merece, no malgastéis vuestro tiempo intentando hundir a Eugenia, ya se ha hundido ella sola. Y recordad que la magia siempre está presente, solo tenías que saber encontrarla…

Los chicos quedaron totalmente agradecidos, emprendieron rumbo al pueblo de su madre y se dieron cuenta de que, no hay que conformarse con ver tus deseos cumplirse a la primera, es bueno buscar más opciones e ir más lejos para ver que realmente tus deseos se hacen realidad…

Y colorín colorado…. Este cuento se ha acabado.

MARTA QUIJADA

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MAMÁ, ¿DE QUÉ COLOR SON LOS BESOS?

Hoy quería compartir con todos vosotros: Mamá, ¿de qué color son los besos? Este cuento de Elisenda Queralt narra de forma dulce, como una mamá le cuenta a su hijo (Pablo) que los besos tienen muchas formas y colores y cambian de color según lo que nos quieran decir.

Me ha parecido atractivo puesto que presenta un breve relato acompañado de ilustraciones con mucha expresividad. Desde mi punto de vista, es un cuento maravilloso para que lo utilicen los padres, así como los maestros en las escuelas, pues con él, los más pequeños pueden aprender a identificar las distintas emociones y a expresar sus sentimientos a través de los colores de los besos. Además, ayudará a crear lazos afectivos, los cuales son tan importantes en esta etapa.

MARÍA SANJUÁN

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EL HADA CUMPLE DESEOS (cuento de hadas)

Había una vez un hada muy muy guapa, de nombre Rosita, ella era simpática y agradable, y todos los días se levantaba con ganas de ayudar a todas las personas, sobre todo a los más pequeños, a los cuales podía hacerles felices con tan solo unos polvitos mágicos.

Todas las mañanas, Rosita se recorría el mundo entero para hacer feliz a millones de niños, pero, ese día algo ocurrió con su varita mágica…

  • ¿Qué te pasa? Le pregunto a un niño que estaba llorando en la calle.
  • Mi mama está malita y yo quiero que se cure pero no sé qué hacer. Respondió tristemente Juanito.
  • Vaya, lo siento mucho… ¿quieres que te ayude?
  • Pero…si yo no sé cómo ayudarla y soy su hijo… tu tampoco sabrás. Pero… un momento, ¿eso que tienes ahí son alas? ¿Eso que tienes ahí es una varita? ¿Acaso eres un hada madrina?
  • Así es, me llamo Rosita, y soy el hada cumple deseos. Asique levántate de ahí y pongámonos en marcha que tu madre se tiene que curar.
  • ¡Alaaaaaaaaaaa, eres un hada! ¿Y como me ayudarás para que mi madre se ponga buena? Respondió Juanito con cara de asombro.
  • Está bien, primero me tienes que pedir un deseo y después yo voy donde este tu madre y con la varita le echo los polvitos mágicos y así es como se curará.
  • ¿Así de sencillo? ¡Qué bien, que bien! Mi mama se va a poner buena, mi mama se va a poner buena. Cantaba Juanito una y otra vez.
  • Si Juanito, así de sencillo.
  • Y yo a cambio, ¿qué tengo que hacer por ti hada madrina?
  • Nada Juanito, que yo te ayude no significa que tu ha cambio también me tengas que ayudar, yo me dedico a esto y soy feliz haciéndolo y aunque tú no seas hada, también debes ayudar a la gente cuando lo necesite.
  • Tienes razón Rosita, a partir de hoy, ayudaré a todas las personas que se encuentren mal, porque aunque yo no tenga una varita, también puedo dar cariño y amor para que se curen ¿verdad Rosita?
  • Ja ja ja, claro Juanito. Respondió feliz el hada.

En ese momento, los dos se cogieron de la mano y fueron a casa de la madre de Juanito, y mientras ella dormía, el hada madrina, le hecho los polvitos mágicos con el deseo de su hijo: que su mama se cure y no se ponga malita nunca más.

Pero a la mañana siguiente, Juanito fue a la habitación de su madre y…

  • ¡Hola mama! Uy que bien te veo hoy, ¿ya te has curado?
  • No Juanito, sigo muy malita…

En ese mismo instante, Juanito salió triste de la habitación, pues su deseo no se había cumplido, y decidió buscar a esa hada:

  • ¡Rositaaa, rosita, ven aquí ahora mismooo!
  • Hola Juanito, ¿Qué tal esta tu madre, ya se ha curado?
  • De eso venía a hablarte, mi mama sigue igual incluso peor… ¿se puede saber que deseo pediste? ¿Acaso no eres un hada como me dijiste?
  • Lo siento Juanito, sí que pedí tu deseo, pero muchas veces de tanto usar la varita mágica se me estropea y tengo que ir a raparla…
  • Pues a qué esperas, ¿cuánto tardaras? Le dijo enfurecido Juanito.
  • Pues al menos un año. Respondió triste Rosita.
  • ¿Estás loca, un año? Mi madre no se pondrá buena, no hay tiempo.
  • Juanito, tú mismo me lo dijiste, yo soy un hada y ayudo a las personas cuando puedo, pero tú eres su hijo y nadie mejor que tú la podrá ayudar a que se cure. Le dijo Rosita convencida de que Juanito conseguiría que su madre se pusiese buena.

Entonces, el pequeño Juanito, se fue llorando a su casa y se quedó en la habitación de su mama día tras día, dándole amor y cariño…hasta que un buen día su madre mejoró ¡se había curado gracias al amor de Juanito!. Y Juanito nunca más se separó de ella, y aprendió que aunque no sea un hada, con amor, cariño y esfuerzo, los deseos también se cumplen…

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

MARÍA SANJUÁN